Evangelio del día – Jesús enseña acerca de nacer de nuevo

En este versículo, el Señor Jesús nos dijo que debemos nacer de nuevo si queremos entrar en el Reino de los cielos. Entonces, ¿qué es renacimiento? Muchos hermanos y hermanas tienen esta opinión: “Hemos nacido de nuevo después de bautizarnos”. ¿Es la verdad? En cuanto al renacimiento, el Señor Jesús también dijo: “En verdad, en verdad te digo, respondió Jesús , que quien no renaciere por el bautismo del agua, y la gracia del Espíritu Santo, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5). Como todos sabemos, la palabra de Dios es el agua viva de la vida para nosotros. El Señor Jesús dijo: “[…] las palabras que yo os he dicho, espíritu y vida son” (Juan 6:63). Se puede ver que el agua se refiere a la palabra de Dios. El verdadero renacimiento significa obtener una nueva vida de la palabra de Dios. La humanidad ha sido profundamente corrompida por Satanás y llena de su filosofía de vida y sus leyes de supervivencia. La gente confía en el carácter satánico corrupto para vivir y todo lo que viven es la fealdad de Satanás: arrogante y engreído, cree ser lo más importante y tener la razón, astuto y engañoso, egoísta y despreciable, codicioso y malvado, sin la semejanza de una persona real. Esas cosas de Satanás se han convertido en nuestra vida. Porque confiamos en esas cosas para vivir, vivimos en pecado, somos de la inmundicia y no somos dignos del reino de Dios. Así, el Señor Jesús nos exige que naciéramos de nuevo si queremos entrar en el reino de Dios. Después de nacer de nuevo dentro de las palabras de Dios, nuestro carácter satánico será purificada y cambiada por Sus palabras, y entonces nos convertiremos en una nueva creación que tiene las palabras de Dios como nuestra vida. Exteriormente nos vemos igual que antes, sin embargo, nuestras condiciones internas, nuestras perspectivas, nuestras leyes de supervivencia y nuestro carácter corrupto han cambiado. Las palabras de Dios y la verdad han reemplazado la filosofía de Satanás y se han convertido en nuestra vida. Vivimos por la palabra de Dios y gradualmente nos libramos de la esclavitud del pecado y somos ganados por Dios. Por lo tanto, realmente nacemos de nuevo.